por Shannon Butler

Cuando la familia Schatz trajo su negocio de fabricación de cojinetes de bolas a Poughkeepsie a principios del siglo XX, probablemente no sabían el impacto que dejarían en esta comunidad. El negocio comenzó en una pequeña fábrica de una sola planta con 75 empleados y creció hasta convertirse en un gran complejo con más de 1.000 empleados en su apogeo. De hecho, era difícil encontrar a alguien que no conociera a alguien que trabajara para Schatz. A mediados del siglo XX, la empresa tenía contratos con algunos de los nombres más importantes, como Ford Motor Company. Durante la Segunda Guerra Mundial, Schatz, al igual que muchas otras empresas de la zona, fabricaba productos para el esfuerzo de guerra.

Aquí, en el departamento de Historia Local, tenemos toda una colección de material relacionado con Schatz que incluye imágenes tomadas del interior de la fábrica durante su apogeo en la década de 1940 y varios libros de contabilidad llenos de retazos de artículos periodísticos relacionados con los empleados de la empresa. Muchos de los restos que se salvaron son de los equipos deportivos de Schatz que jugaban al béisbol y al baloncesto en torneos locales contra otras empresas como IBM y Western Publishing. Lo interesante de estos libros de recortes (que datan de principios del siglo XX) es que alguien de la empresa se tomó el tiempo de incluir eventos importantes más allá de la empresa, así como los incendios locales, robos, hasta la muerte del presidente Roosevelt. Estos libros son como cápsulas del tiempo que nos permiten echar un vistazo del lugar de una empresa en una época determinada.

Schatz no estuvo complemetamente libre de los problemas. Hubo al menos dos grandes huelgas, una en 1946 y otra que duró 15 meses a partir de 1967. Con la competencia extranjera, que se ha hecho notar en el mercado, se lo hizo mas difícil a Schatz mantener el ritmo. En la década de 1970 se perdieron sus principales contratos con NAPA y Ford, y la empresa se declaró en quiebra en 1980. Cietnos de empleadors fueron despedidos en ese año y en pocos meses, el complejo de la fábrica cerró por completo. Desde entonces se ha producido un renacimiento de la empresa, el complejo de la fábrica original se encuentra hoy abandonado. Se puede ver justo al lado de la Avenida Fairview.


Las imágenes de Schatz que aparecen a continuación fueron tomadas por Rob Yasinsac, de Hudson Valley Ruins, y se utilizan con permiso.

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