por Shannon Butler La primera vez que la frase «día del padre» apareció impresa en nuestro periódico local fue en 1914, cuando la iglesia presbiteriana de Lagrangeville decidió rendir homenaje a los papás el 9 de agosto. En aquella época no existía una fiesta oficial para los padres, pero la idea de una celebración de este tipo había surgido en varios lugares del país. En 1918, apareció un pequeño anuncio en el Poughkeepsie Eagle News que decía: «¿Por qué no? Olvidamos si en este gran y glorioso país nuestro alguna vez tuvimos un día del padre. Si no es así, debería haber uno. Por ejemplo, un gran rally junto a algunos buenos arroyos de pesca en el campo. ¡Oh, el día del padre!» Un aviso de Luckey, Platt & Co. recordaba a sus clientes que no se olvidaran de su padre el 15 de junio, y esto era en 1924, cuando todavía no había ninguna fiesta oficial de la que hablar. Los grandes almacenes Wallace también hicieron el mismo recordatorio: «El domingo 15 de junio, el mundo entero pensará en su propio padre. Es un día en el que a todos nos gusta hacerle un recuerdo si todavía está con nosotros». Sin embargo, ¿notas una tendencia en las primeras menciones al «día del padre»? Son casi todas de tiendas locales que insisten en que no te olvides de tu padre comprándole unos puros, o una corbata nueva, o unos calcetines de golf (en realidad, no es mala idea, a mi padre le encanta jugar al golf). En realidad, ¡la fiesta parece obra de una madre! La sra. Sonora Smart Dodd tuvo la idea de honrar a su propio padre (un veterano de la guerra civil) en Spokane, Washington, alrededor de 1910. La idea fue apoyada posteriormente por el presidente Woodrow Wilson, pero el congreso no quiso convertirla en una fiesta oficial por temor a que acabara comercializándose (como se puede ver en los anuncios aquí, tenían algo de razón). Pero la idea de celebrar a los padres fue posterior a la de celebrar a las madres y, aun así, el día de la madre se legitimó en 1914, mientras que el día del padre no se convertiría en fiesta nacional hasta 1972. Independientemente de la fecha o de la palabrería oficial, es justo que nos tomemos al menos un día para apreciar a los padres y todo lo que hacen por nosotros. A la derecha tenemos una imagen de un padre y un hijo no identificados tomada por los estudios Vail, así como una preciosa foto de John R. Reynolds y su hija (futura empollona de la historia) Helen Wilkinson Reynolds. ¡Feliz día del padre a todos los papás!